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En el horizonte
relampaguea la historia
dos siglos se cumplen.
Manos de fantasmas errantes
la resucitan.
Suenan las voces
llenas de recuerdos
de aquella gloria,
cuando el viento olía a revolución,
donde en largas noches de espera
se tejían sueños de libertad.
¿La oís? Llama sollozando,
No está muerta ¿sentís su voz?
pide hablar, recordar, contar
aquella gesta que se libro con sangre.
Languidece deteriorada
tras un humo de lamento.
Escuchemos su voz
agotada de tiempo
castigada por delirios de rivales.
Seamos consientes de la ejecución
que le infligimos.
Trabajemos con temblor en las manos
para no dañarla más.
En nosotros queda remediar,
suavizar, transfigurarla
para las futuras generaciones
que ven en ella
una luz incierta, y nubes oscuras
en el horizonte de nuestra Patria.
SONIA SAGER