domingo, 27 de septiembre de 2009

Elogio de la mujer brava



Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas
Por: Héctor Abad



A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido.
Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viragos, marimachos.
En realidad ..... les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos.
A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca.
Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas.
Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros.
Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas" , siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo, y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan, y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema.
Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan, y sólo se desnudan si les da la gana.
Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio, y de ser posible ; en roles subordinados y en puestos subalternos.
Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa, y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.
Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ; ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas; porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios.
Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado.
Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche, y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y .... tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros, y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos). Las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar ; y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán .... no las peladitas , de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Somos animalitos todavía, los varones machistas, y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas.
Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes, y por eso mismo ....... las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos ; o en coitos precipitados seguidos de tristeza: nos dan ideas ; amistad ; pasiones y curiosidad por lo que vale la pena ; sed de vida larga y de conocimiento.

jueves, 10 de septiembre de 2009



Soy La Luna: magnética, enigmática y cambiante, siempre en transformación, oscilando entre la luz y la sombra. Soy romance y ensoñación, pero también lo que se oculta, las mentiras, los cambios y pruebas emocionales, dudas y temores que yacen en el subconsciente.

Soy esa parte de ti que te atemoriza pues en ella moran tus miedos, el dolor, la incertidumbre. Sumergidos en las aguas oscuras del inconsciente están tus emociones más desconcertantes, que se convierten en tu peor enemigo, te paralizan o te predisponen contra el mundo.

Revisa las motivaciones de tus actos y encuentra los enfoques errados y el autoengaño a fin de superarlos. Acepta que todo cambia. Llénate de valor y paciencia y déjate guiar por las señales del universo. Sólo así lograrás la movilidad que necesitas para reiniciar el viaje, esta vez hacia nuevos escenarios.

Pero mi aspecto más luminoso representa tu creatividad y tu sensibilidad. La cara resplandeciente de la vida. Todo se puede trascender y transmutar para conectarte con la energía más sutil que te ofrezco. Una psiquis e intuición desarrolladas pueden ayudar para superarte a ti mismo, reconociéndote y evolucionando. Yo te muestro la cara oscura de tu propia personalidad, pero también tu luz.

Una forma enfermiza de manejar la incapacidad de aprender y superar las crisis es enmascarar la realidad cubriéndose de una coraza de autosuficiencia o alejándose del mundo evitando todo riesgo a sufrir. Ambos caminos llevan a la soledad, la amargura y el dolor. Nos sume en una especie de marasmo que nos impide ver con claridad. Recuperar la claridad, la armonía y la elevación espiritual, puede convertirse en una verdadera gesta ya que nuestra “sombra” (donde residen los miedos, baja autoestima, sentimientos autodestructivos, etc.) enmascara nuestra vida y nuestra capacidad de comprensión, atrapándonos en un círculo vicioso que no podemos superar. Es el momento de iniciar el camino de vuelta a la luz. No asumas la torpe posición del ego de creer que ya venció a sus enemigos internos. Reconoce tus temores, resentimientos u orgullo que te detienen o te hacen retroceder. Busca tu fortaleza espiritual dentro de lo más puro de tu corazón. Llénate de esa energía prístina y recupera tu paz.

Afirmación: Miro hacia adentro de mi y reconozco mis motivaciones e impulsos, alcanzo mi más alto nivel en el encuentro conmigo mismo. Conociéndolos y enfrentándolos, me libero de mis miedos y dependencias, alcanzando mi verdadera liberación.


Autora: Marinela Ramírez
Escuela Superior de Tarot, Caracas

El valioso tiempo de los maduros, Mario de Andrade (Poeta, novelista y ensayista brasileño)


“..Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas:
las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa........
Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana..
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas….
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con
toques suaves en el alma.
Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna, de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos
y con mi conciencia.
Y si aun no conoci al verdadero amor... pretendo no desperdiciar el tiempo
que me queda para que cuando este llegue poder disfrutarlo como esas ultumas golosinas.
Espero que tus metas sean las mismas, porque de cualquier manera llegarás....."